miércoles, 27 de abril de 2016

Tipos de ecografía


Tipos de ecografías existentes, para qué y cuándo se emplea cada una de ellas y qué nos revela su lectura:
·        Ecografía bidimensional o 2D: es la modalidad más utilizada. Los ecos rebotados por las estructuras que atraviesa el haz de ultrasonidos son visualizados como múltiples imágenes secuenciales en escala de grises.
·        Ecografía Doppler color: fundamentalmente la eco-doppler sirve para estudiar vasos sanguíneos y el corazón. La sangre que circula a su través se representa en tonalidades de color, habitualmente rojo o azul. El color da información sobre si la sangre se acerca (rojo) o se aleja (azul) de la sonda del ecógrafo y la intensidad del color sobre la velocidad a la que circula. Estos datos ayudan a determinar si la cantidad de sangre y su dirección son adecuadas.
·        Ecografía Doppler pulsado: al igual que la anterior también sirve para estudiar vasos sanguíneos y el corazón. Se recoge en forma de gráfica el patrón de flujo, la cantidad de sangre que pasa por unidad de tiempo, en un vaso sanguíneo determinado o en una cavidad cardiaca y se compara con patrones de normalidad. Esto da información sobre el estado funcional de la placenta, sobre la oxigenación fetal, sobre si la sangre fluye con normalidad a través de las válvulas y cavidades cardiacas y grandes vasos sanguíneos, etcétera.
·        Ecografía 3D: se llama ecografía 3D a la técnica ecográfica que nos permite recoger información volumétrica del objeto a estudiar, a diferencia de la ecografía 2D, donde sólo se pueden ver planos del objeto estudiado. Una vez recogido un volumen, se puede estudiar sin el paciente delante, se puede ver con mayor facilidad la superficie del feto, pero también estructuras internas como el esqueleto. El volumen ecográfico es como un bloque a través del que se puede navegar, pudiendo hacer cortes en los diferentes planos del espacio para conseguir una mejor evaluación del feto.
·        Ecografía 4D: en los inicios de la ecografía 3D era muy complicado conseguir un volumen de una zona a estudiar, podía tardarse 20 minutos o más. En la actualidad la adquisición de un volumen es prácticamente instantánea. Cuándo se recoge y visualizan volúmenes de manera secuencial, a una velocidad de aproximadamente 24 volúmenes por segundo, se tiene la misma sensación de movimiento continuo que se experimenta viendo una película de cine, este efecto de movimiento continuo de volúmenes es lo que se llama ecografía 4D o ecografía 3D en tiempo real.

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martes, 26 de abril de 2016

Lo que te dirá la ecografía



La primera ecografía es uno de los momentos más esperados a lo largo de tu embarazo, pero debes saber que es algo más que la primera imagen que tendrás de tu bebé. Además, no solo la primera sino también las siguientes, permiten vigilar la evolución del feto y del embarazo y pueden desvelar anomalías fetales.
¿Qué es y para qué sirve una ecografía en el embarazo?
La ecografía es un procedimiento de diagnóstico por imagen que utiliza haces de sonidos no audibles por el oído humano (ultrasonidos), que se dirigen hacia el objeto a estudiar, en la mayoría de los casos el feto, para comprobar su evolución. Estas ondas sonoras chocan con diferentes estructuras: piel, grasa, músculo, piel, líquido… Dependiendo de la capacidad de penetración en cada tejido, parte de los ultrasonidos que componen el haz continúa y otra parte se refleja. Los ultrasonidos reflejados son recogidos por la misma sonda que los emite y una vez analizados por el equipo se presentan en la pantalla en forma de imágenes ecográficas. El hueso es la estructura que más ecos rebota y aparece representado en blanco, mientras que el líquido, la que menos rebota, aparece en negro.
En términos generales, una ecografía proporciona información sobre el curso del embarazo (asegura que el embrión / feto sigue vivo), la localización de la placenta, la cantidad de líquido amniótico, el número de fetos, el crecimiento fetal, el grado de bienestar fetal y la posición del feto dentro del útero. Y lo más importante: juega un papel fundamental en el diagnóstico de anomalías fetales.
¿Cuándo se puede detectar el sexo fetal?
El sexo fetal se puede determinar, por un ecografista experimentado, en más del 95% de los casos y con una fiabilidad superior al 99% a partir de la semana 18 de embarazo. Entre las semanas 12 y 18 es posible detectarlo en un porcentaje bastante alto de casos, pero con un margen de error mayor.
¿Es nociva para la madre o el feto?
La ecografía no utiliza radiaciones ionizantes del tipo de los rayos X, sino ultrasonidos. El paso de los ultrasonidos a través de los tejidos puede liberar calor, por efecto térmico, pero la cantidad liberada en los equipos médicos es insignificante, de tal modo que hasta la fecha no se ha podido detectar ningún efecto adverso por su uso, ni en la madre ni en el feto. Puedes estar pues totalmente tranquila a la hora de realizártela.

¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?




Las contracciones de Braxton Hicks se sienten, por lo general, a partir de la segunda mitad del embarazo y son distintas a las contracciones de parto.
Aunque se las relacione con el preparto, las contracciones en realidad se pueden presentar en cualquier momento del embarazo, bajo diferentes características, y pueden ser pauta de alarma dependiendo de cómo se desarrollen y de la edad gestacional del bebé.

¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?


Estas contracciones (que deben su nombre al Dr. John Braxton Hicks, que las describió por primera vez en 1872), comienzan a sentirse, por lo general, a partir de la segunda mitad del embarazo y son una especie de "ejercicio previo" para el útero.

Aunque hay mujeres que no las perciben, otras comienzan a sentirlas ya desde la 
semana 20. Por lo general, en un principio no vienen acompañadas de dolor, son esporádicas e irregulares y abarcan todo el útero por un lapso de, aproximadamente, 30 segundos en los cuales la embarazada siente cómo se endurece y tensa el abdomen.

A medida que el embarazo avanza, y sobre todo cuando faltan algunas 
semanas o días para el parto, estas contracciones se tornan más frecuentes y duraderas y esta vez sí pueden venir acompañadas de molestias o dolor.

¿Cómo se diferencian de las contracciones de parto?

A diferencia de las Braxton Hicks, las contracciones de parto son muy regulares, se repiten cada 2 o 3 minutos y llegan a durar entre 90 y 120 segundos cada una, además de que la mayoría de las veces son dolorosas.

De todas maneras, para mayor tranquilidad, si estando lejos de la fecha probable de parto las contracciones de Braxton Hicks se repiten más de cuatro veces en una hora, o vienen acompañadas de otros 
signos de parto prematuro, lo mejor es llamar al médico o la matrona.

Cuando falten algunos días para el parto, las contracciones de Braxton Hicks pueden llegar a producir cambios en el útero, como afinamiento o ablandamiento y hasta pueden incidir en la dilatación, formando parte del período de “preparto”. En este caso no hace falta llamar al médico o a la partera hasta que las contracciones sean regulares por, al menos, 2 horas, de 1 minuto de duración, y con un intervalo de no más de 5 minutos (a menos que el médico haya indicado otra cosa).

¿Qué tengo que hacer si siento una contracción de Braxton Hicks? ¿Cómo aliviar la tensión?

Lo mejor en estos casos es cambiar de posición. Estirarse, caminar o recostarse puede ayudar a disminuir las contracciones de Braxton Hicks. Un baño relajante también puede contribuir.

Otra manera de sobrellevar las molestias que pueden causar estas contracciones es practicando los ejercicios de relajación y respiración que se hayan aprendido en algún curso de preparto.

Como a veces estas contracciones pueden indicar deshidratación, tomar abundante agua también puede calmarlas.